Caminaban mis pies por la calle donde
una tardecita atrapé la luna.
Sobre el paraguas el plic-plac de las gotas,
de las insistentes gotas de lluvia.
Arriba, más y más arriba, las nubes
muy grises, circulando por los rieles del cielo.
En las veredas de la plaza, flores lila,
jacarandáes de octubre en la ciudad.
Un balcón, un jardín, un macetero.
Un taxi que espera, parado en la esquina.
Corre el agua clara por el cordón cuneta,
letargo urbano que obliga al refugio.
Ventanales de un bar, rostros desconocidos.
Un perro mojado que agita sus orejas
en señal de amistad.
Semáforo en rojo, amarillo, verde...
vidas que se cruzan, por única vez.
Y ocurre que los días con lluvia
son diferentes a todos los demás.
El mundo es pequeño y navega
en una barcaza de papel de diarios.
Los charcos son lagos y en los cordones
de la cunetas corren ríos de agua clara.
..........................
Y otras veces sucede de repente, la lluvia
te sorprende, las gotas se apantallan en las pestañas,
se te mojan los pies en tanto buscás refugio
en algún lugar.
Cada lluvia es un encuentro con los recuerdos
más bellos.
Abordás un remis para no llegar empapada.
El campo se pone de un verde precioso,
cantan los zorzales sus míticos sones,
trajinan las calandrias con sus pequeñuelos,
las flores nos muestran perlas transparentes,
cae lenta la tardecita.
......
En tanto te escucho en algún sitio protegido
en mi memoria..."¿te gusta pasear bajo la lluvia?"
"pero así...sin paraguas"...nos reímos los dos,
y aún te veo, con tus sueños intactos, horizontes
lejanos, avidez de caminos...igual a mi.
Y parece que el tiempo se hubiera detenido,
esos mágicos instantes que jamás olvidamos.
De tanto en tanto, de lluvia en lluvia,
vuelven hacia mi, perfectos,
demasiado perfectos para haber sido reales.***
Y todo era al revés, absolutamente... TEXTO y FOTOGRAFÍA: M.A.O |