Las cosas que me gustan...

  • Me agradaría saber que pertenezco a una especie que fuera capaz de respetar la vida en todas sus expresiones y convertir al Planeta en un gran hogar para todos...

viernes, 30 de noviembre de 2012

PRISIONERO.


 El pez.
En el río nada el pez.
Nada en el mar.
Mira, con su fría mirada de pez.
Porque así lo veo.
Así lo ves.
Pero sus ojos miran las estrellas del mar.
Y miran y ven otros peces.
El horizonte es infinito.
Quizá no lo sabe.
Pero lo ve.
En la pecera está el pequeño pez.
El pececito se acerca a las frías paredes de vidrio.
Ahora no hay horizonte sin fin.
El final está ahí…


texto: M.A.O


"Pez lágrima". PATRICIA CRUZAT ROJAS.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Estampas mañaneras.

El sexto piso, balcón de palomas.
He ahí lo que veo: es de ladrillos rojos,
con ventanas blancas, poco atractivas,
algo descuidadas, algo viejas.
Un piso más arriba, en el sexto,
se extienden las palomas balconeando,
levantan vuelo cada tanto,
giran, giran,
regresan al lugar.
Miran hacia allá, miran al frente,
al otro costado...¿qué verán?
¿qué mirarán?
En tanto yo, en la vereda
de Rosario del Tala, elevo
el cuello, las veo, las estoy mirando.
A riesgo de tropiezos mantengo
el ángulo, no quiero perderlas
es el justo enfoque,
pensé que no tenía la cámara,
(¡me las perdí! -me dije-);
pero habrá otra mañana, alguna tarde
y ellas...quizá sigan allí.

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Sentada en la plaza.
Frente a mi, la fuente.
Pájaros confiados pasan entre las rejas
que la rodean. 
A mi derecha, dos muchachas y un
niño, las dos conversan.
Más allá, la iglesia, el campanario.
Árboles diferentes habitan el espacio.
Una señora pasa, paseando su perro.
Un hombre pasa, y me mira.
LLeva anteojos y camina de sur a norte.
A mi lado una botellita de agua mineral.
En el césped revolotean palomas grises y medianas.
Frente a mi, pero de espaldas, el monumento a la madre.
Ahora hay rejas alrededor de las obras de arte.
¿Qué no entienden?
El espacio público es de todos.
Razonablemente deberíamos cuidarlo.
Alguien no comprende. Otro alguien destruye...
Cientos de alguien construyen.
Y así se sostiene el mundo.



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Miro el celular.
Media hora para pasar por el service.
A desandar el camino, pero por otro lugar.
Siempre algo por admirar. La magia de lo inesperado
brota por los rincones, en las ventanas, en los jardines...
Un árbol talado frente a ATE.
La Paz y su verdor de lapachos, fresnos, chivatos.
San Juan y las viejas casonas de ventanales altos;
Salta y sus veredas anchas, verdes frondas, casas señoriales.
Caminitos por allí, vueltas a la esquina.
Quioscos de revistas, sillón playero, charla de barrio.
Detrás de algunas paredes poco a poco se yergue un edificio.
Antiguos patios de jazmines blancos y sillón hamaca.
Bochinche de martillos, escombros, voces de albañiles.
Veredas de ladrillos. Casonas con rejas. Pequeños porches.
La casa cubierta de hiedra.
Cruzo Santa Cruz. En el viejo paredón de Don Bosco
me recibe un verde tapiz con campanitas lila.
Recuerdos de niñez. Juegos infantiles.
Y llego a destino. Me dicen que aún debo esperar...
ambiente cordial, sonrisas amplias, me siento
y veo pasar el mediodía a través de la ventana.


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El sol se derrama en amarillo pleno.
Regreso. Siempre regreso.
Y alguien me esperará al abrir la puerta.
Hasta que llegue el momento de partir.


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Parque de las palomas II. JOSE HERMITANHO. Puerto Rico.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Colibrí.

Aturde tanto silencio,
es que estás ahí...pero ya no estás.
Hay un cielo verde brillante,
expansión de luz,
ensueño de presencia.
Tronchada. Así fue.
Se escurrió de golpe,
en un solo instante,
el pasaje justo entre oscuridad
y luz, del todo a la nada.
Vestigios de tu entorno
esfumados, ¿exististe?
pero aún te veo,
percibo,
me rebelo a la ausencia absoluta,
no comprendo,
por qué de ese modo,
por qué un adiós tan trágico,
cielo verde,
tierra verde,
ausencia incolora.
Se murió la flor.
El néctar se hizo amargo.
Palideció el sol.
Parpadeó la luna.
Sollozaron las estrellas...
y yo...y yo morí también un poco,
de pura tristeza nomás...



Lizette V. Acuarela: "El colibrí."
de pura tristeza.***

domingo, 11 de noviembre de 2012

ENREDOS.

Cae y es un cántaro de luz que se derrama.
Brinca, pica, se desliza, estalla.
Convertida en charco se expande,
desborda, se aplana, se aquieta.
Espejo sereno. Espejo roto.
Así también es mi alma, a menudo.
Como cuando quisiera que el tiempo pase,
o como cuando quiero retenerlo.
Y aunque se fehacientemente
que nada de ello es posible,
me empeño en vericuetos
intangibles, hago malabarismos
en mi mente, atrapo vuelos
extraviados, abro puertas
que dan a ninguna parte.
Gasto detalles en minucias,
quisiera dar un salto,
camino por la cornisa,
sufro de vértigo, me bajo.
Y vuelvo a subir, mil y mil veces
más, porque quiero tocar el cielo
con las manos,
porque escucho una melodía 
que desconozco,
porque he sentido el chaparrón
en mi cara y se limpiaron
mis ojos cual si tuvieran limpiaparabrisas.
Me siento, camino, giro,
me detengo, doy vueltas
dejando marcas a la vera del abismo.
El eco, ese cantar mustio
de las palabras ya escuchadas,
atraviesan cual rayo las fibras
de mi cuerpo, invaden mis sueños,
prolongan la ansiedad,
suscitan preguntas,
evocan escenas,
promueven hechos,
desatan cadenas,
arrojan pétalos nuevos
latiendo en corazones viejos.
Es la vida, que llega,
que pasa, que está,
que muda cual piel de serpiente,
que estalla cual madrépora
del mar azul...
y me recuerda recuerdos de mi....***



sábado, 3 de noviembre de 2012

De sólo estar...




Tras la ventana
niebla difusa.
Te recuerdo así,
eras la lenta agonía 
de las horas.
Busqué y no hallé
tu voz,
la que te identificaba...

Un gesto,
sólo un viraje
febril de la mirada;
sin eco, en silencio,
el fantasma se adueñó
de tu presencia.

Y permaneció allí,
dónde sólo yo
supe que aún
estabas.***

"Empty chair". ANNE PACKARD.





TEXTO: MAO