Las cosas que me gustan...

  • Me agradaría saber que pertenezco a una especie que fuera capaz de respetar la vida en todas sus expresiones y convertir al Planeta en un gran hogar para todos...

domingo, 31 de marzo de 2013

Sin sombra...

Estabas ahí.
Creo haberte presentido.
No estoy segura.
Pero ahí estabas, agazapada.
Ni violenta.
Ni suspicaz.
Ni convincente.
Ni amiga, ni enemiga.
Estabas de sólo estar,
sabiéndote dominadora
de tiempo y espacio humanos.
Un poco cansada quizá,
o me pareció a mí.
Ejercer tu viejo oficio,
eternamente repetido,
sin duda te dotaba de
un particular hálito.
Cegadora sin mieses.
Extranjera de presente.
Habitante del infortunio.
En tanto esperabas
el momento justo,
del preciso instante,
en el cuál todos los segundos
desaparecerían.
Inmóvil. Paciente.
Comenzaste a andar
en el tiempo sin tiempo,
precisamente cuando
se detuvo para siempre
su corazón.***


Mar Menor. Bicicleta. JOANA  RUIZ. Andorra.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Lo inmutable...



Mientras respiramos eternidad
la piel se va arrugando;
un bicho torito se empeña, audazmente,
en cruzar una calle de brosa.
Cada tanto queda patitas hacia arriba,
y lucha, y sigue...
Las blancas flores de Don Diego de Noche
abren sus corolas, perfectas, impactantes
en sencillez y belleza.
Sólo esa noche vivirán de cara a la luna, 
sólo entre el último rayo del sol y el primero,
del siguiente día.

En tanto proyectamos con vigor y osadía,
suceden los días, las noches,
toda la eternidad se detiene en un instante,
una clara y límpida mirada capta la infinitud,
unos ojos pierden brillo,
otros lloran.

Y dobla su ropa. Toma su café. Come una tostada.
Una boca pequeñita succiona con ahínco,
una mariposa vuela ajena a lo fugaz,
los pájaros migrantes emprenden la ruta,
el ritual de abrir los ojos se repite...

Y cada día se extiende como masa de pan
leudando silenciosa, sutilmente.
Y cada noche el firmamento se colma
de luces intermitentes.
El mar anda y desanda su propio lecho.
El río corre, aunque sin prisa, sin pausa.
Un niño reclama a su madre.
En algún lugar alguien es feliz.
En algún lugar alguien sufre.
El añoso árbol abre su follaje al infinito.
La semilla se hincha, se expande, estalla.
Estallido de vida. Esperanza.
Brinca el dorado en el lecho misterioso del río.
Desconoce las redes y los anzuelos.
Unas manos acarician, curan, dan fuerza.
Otras manos destruyen, manipulan armas, 
matan.

Y sube la luna, ajena, plateada.
Inunda de plata el pétalo de rosa, la flor de lavanda.
Indiferente a todo gira el planeta sobre su eje.
Lo blanco, lo verde, lo rojo, lo azul.

Munidos de eternidad, planificando a diario,
soterrando los miedos, avanzando a tientas,
entre lo bello y lo oscuro,
entre la transparencia y el fango,
atravesado de luz, a pesar de todo,
resistiéndose sin conciencia cierta,
el hombre avanza, convencido
de que mañana, mañana abrirá los ojos...
y reconocerá su entorno nuevamente...***


Y escuchando tu voz, soñaba ser un delfín, un coral, una estrella ...

sábado, 2 de marzo de 2013

FICCIÓN.

Y justo en el instante
en el que tu rostro se disolvía
en mi mente miré por la ventanilla
y vi el perfecto giro del malabarista,
la pelota en el aire,
la mano extendida,
y atrapado así...
el vuelo fugaz.

Mientras caminaba pensando
que jamás te olvidaría
de repente te olvidé.

Me distrajo una bandada
de gorriones
que agitaba arena
como si fueran olas de la fuente.

En tanto se arrebujaba en mi pecho
el dolor más profundo,
el de haberte perdido,
estallaron estrellas doradas
en el cielo oscuro,
una brisa suave y fresca
me acarició la cara,
un aroma de pastizal
de estío invadió mi olfato,
el mugir de una vaca
llamando su cría centró mi atención;
pensé que no eras tan importante,
dado que tantos podían arrancarte de mi.
Justo cuando el corazón iba a partirseme, 
una bocanada de aire
lo impidió.

Decidí morir, pero no lo hice con convicción.
Decidí vivir, y entonces si...me sentí más cómoda
con la decisión.
Una larguísima cicatriz me abarcó
por completo.
Nunca sabré si otros la vieron.
Sólo se que sangraba.
Sólo se que dolía.
Me empeñé a destajo.
Dibujé una mueca.
La convertí en sonrisa.
Y pasaron noches.
Y pasaron días.
Y desperté...habiéndote olvidado...
absolutamente.***

                                                           Texto: M.A.O


LORRAINE CHRISTIE. "My complex heart"