Las cosas que me gustan...

  • Me agradaría saber que pertenezco a una especie que fuera capaz de respetar la vida en todas sus expresiones y convertir al Planeta en un gran hogar para todos...

martes, 30 de septiembre de 2014

Estocada.



Tras las persianas bajas amanecía.
El sol no era su sol. Algún rayo invadió
el recinto.
Cerró las cortinas.
Clausuró el tiempo.
Paleta de colores...los miró sin verlos.
Tomó a desgano el pincel.
Sólo había grises.
Ahora su mundo luminoso
era, de pronto, oscuro.

Se levantó con esfuerzo.
Las manos le temblaban.
Quiso poner pinceladas de olvido.

Caían sin cesar lágrimas silenciosas.
Escribió en la arena...
Pintó en penumbras...
Quiso reconstruir su universo de luces.
Todas estaban apagadas.

Trinaron los zorzales
su mítico canto.
Un tristísimo blues se insinuó
entre libros y pétalos marchitos.

Rosa deshojada.
Corazón herido.
Besos sin dueño.
Mariposa sin alas.
Gorrión aterido.
Muñeca quebrada.
Teatro vacío.
Ventanal cerrado.
Zaguán sin malvones.
Violín extraviado.
Noche sin galas.
Inútil espera.
Sendero angosto.
Pies sin danza.

Bailarina frágil.
Borde del abismo.

Quizá lo soñó...
nunca lo sabría.***

Descolgó despacio su vestido negro....caminó en la lluvia. En tanto confusas, lágrimas y gotas caían sin cesar...



M.A.O

domingo, 7 de septiembre de 2014

Seulement vous.

¿Has visto cuándo se ha levantado allí... la muralla?
Sólo apareció. Desde entonces permanece, inalterable.
Detrás, el mar, el mar, el mar...
Pero qué será de sus ojos si no lograra verlos...qué será...
Una vara de junco se dobló.
Se dobló hasta tocar el aire.
Hasta tocar el suelo, se dobló.
Un cardenal quebró el amanecer.
Su trino, esos trinos, los de él.



"Mujer viento..."





Y apareció la alborada
, detrás de la ventana.

Veredita angosta. Pintada de rojo.
El rojo cubría la alfombra de antaño.
Antes, malvones rojos, descaradamente,
insinuaban pasos, guiñaban pétalos.

Un barco. Aquel barco. Las velas. El barco.
El mar. Las olas. El muelle. Las risas. La brisa.
El llanto...

Se fragmentó de golpe el sol en las frondas.
Ella, caminó descalza.
Se miró en el agua...¿o el agua la miraba?
Recortó en sus ojos un trozo de cielo.
Todo no era todo.
Todo...era la nada.

Corrió entre las zarzas.
Mil espinas frías marcaron su piel.
Blancas bandadas levantaban vuelo.
De blancas nubes.
De tizas blancas.
De su piel...tan pálida.

¿Eran los tambores..?
¿Eran los timbales...?
Era su corazón, que se quebraba.

Alargó sus manos.
Quiso detenerlo.

Pero él...sólo se marchaba.

Se trizó el camino.
Naufragó en la orilla.
Quedó sin palabras.***

                                                                Texto: M.A.O