Las cosas que me gustan...

  • Me agradaría saber que pertenezco a una especie que fuera capaz de respetar la vida en todas sus expresiones y convertir al Planeta en un gran hogar para todos...

domingo, 25 de noviembre de 2012

Estampas mañaneras.

El sexto piso, balcón de palomas.
He ahí lo que veo: es de ladrillos rojos,
con ventanas blancas, poco atractivas,
algo descuidadas, algo viejas.
Un piso más arriba, en el sexto,
se extienden las palomas balconeando,
levantan vuelo cada tanto,
giran, giran,
regresan al lugar.
Miran hacia allá, miran al frente,
al otro costado...¿qué verán?
¿qué mirarán?
En tanto yo, en la vereda
de Rosario del Tala, elevo
el cuello, las veo, las estoy mirando.
A riesgo de tropiezos mantengo
el ángulo, no quiero perderlas
es el justo enfoque,
pensé que no tenía la cámara,
(¡me las perdí! -me dije-);
pero habrá otra mañana, alguna tarde
y ellas...quizá sigan allí.

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Sentada en la plaza.
Frente a mi, la fuente.
Pájaros confiados pasan entre las rejas
que la rodean. 
A mi derecha, dos muchachas y un
niño, las dos conversan.
Más allá, la iglesia, el campanario.
Árboles diferentes habitan el espacio.
Una señora pasa, paseando su perro.
Un hombre pasa, y me mira.
LLeva anteojos y camina de sur a norte.
A mi lado una botellita de agua mineral.
En el césped revolotean palomas grises y medianas.
Frente a mi, pero de espaldas, el monumento a la madre.
Ahora hay rejas alrededor de las obras de arte.
¿Qué no entienden?
El espacio público es de todos.
Razonablemente deberíamos cuidarlo.
Alguien no comprende. Otro alguien destruye...
Cientos de alguien construyen.
Y así se sostiene el mundo.



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Miro el celular.
Media hora para pasar por el service.
A desandar el camino, pero por otro lugar.
Siempre algo por admirar. La magia de lo inesperado
brota por los rincones, en las ventanas, en los jardines...
Un árbol talado frente a ATE.
La Paz y su verdor de lapachos, fresnos, chivatos.
San Juan y las viejas casonas de ventanales altos;
Salta y sus veredas anchas, verdes frondas, casas señoriales.
Caminitos por allí, vueltas a la esquina.
Quioscos de revistas, sillón playero, charla de barrio.
Detrás de algunas paredes poco a poco se yergue un edificio.
Antiguos patios de jazmines blancos y sillón hamaca.
Bochinche de martillos, escombros, voces de albañiles.
Veredas de ladrillos. Casonas con rejas. Pequeños porches.
La casa cubierta de hiedra.
Cruzo Santa Cruz. En el viejo paredón de Don Bosco
me recibe un verde tapiz con campanitas lila.
Recuerdos de niñez. Juegos infantiles.
Y llego a destino. Me dicen que aún debo esperar...
ambiente cordial, sonrisas amplias, me siento
y veo pasar el mediodía a través de la ventana.


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El sol se derrama en amarillo pleno.
Regreso. Siempre regreso.
Y alguien me esperará al abrir la puerta.
Hasta que llegue el momento de partir.


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Parque de las palomas II. JOSE HERMITANHO. Puerto Rico.




2 comentarios:

  1. Hola Mabel!!!! Hermosos lo que escribiste acá!!! Primero decirte que no te hizo falta la cámara de fotos,incluso te digo que es más linda la postal al leerla, porque veo a alguien con el cuello estirado, viendo las palomas, un poco ajena a todo menos a ese balcón.
    Por otro lado, la postal que hiciste con palabras, describiendo ese preciosa barrio, con sus ruidos mañaneros, sus flores, casas, el ambiente, me sentí en ese barrio y me dio ganas de conocerlo.
    Te dejo un beso!!!!
    Pd: Hay gente que no entiende que hay cosas que aunque no estén en su casa les pertenecen igual.

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  2. ¡Muchísima gracias Ceci!!! Si, es cierto, tan sólo darnos cuenta de que hay espacios que nos son comunes, que todos podemos disfrutarlos pero también hay que cuidarlos.
    Suelo ir por esas calles de la ciudad mirando todo, asombrándome a cada paso, siempre hay detalles por descubrir, cada itinerario es diferente y aún cuando hayamos pasado otras veces por ahí cada vez es diferente, lo miramos y lo vemos de otro modo.
    ¡Abrazo Ceci!!

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