Sobrevolaban mariposas
su corazón, herido.
Sus pies, cansados,
daban pasos pequeños,
como indecisos.
Aquel sendero de luz
iluminó sus rostros,
ellos estaban allí,
y sonreían.
Un vestido de encaje
acariciando el aire.
El sonido de un vals,
sueño cumplido.
Despedida final.
Una pluma etérea
flotó en la brisa.
Todos los colores
formando anillos.
El canto del cardenal,
presentando la aurora.
Azahares, de blanco,
anunciando dulzuras.
Un sonido lejano
de cuencos musicales.
Notas distraídas,
absortas en el agua
cantarina que cae.
Descalza.
Danza sobre una ola
junto a la luna.
Titilan infinitas
estrellas doradas.
Frente a frente,
abismo y eternidad,
y el susurro inconfundible
del vuelo de una mariposa...
mao
su corazón, herido.
Sus pies, cansados,
daban pasos pequeños,
como indecisos.
Aquel sendero de luz
iluminó sus rostros,
ellos estaban allí,
y sonreían.
Un vestido de encaje
acariciando el aire.
El sonido de un vals,
sueño cumplido.
Despedida final.
Una pluma etérea
flotó en la brisa.
Todos los colores
formando anillos.
El canto del cardenal,
presentando la aurora.
Azahares, de blanco,
anunciando dulzuras.
Un sonido lejano
de cuencos musicales.
Notas distraídas,
absortas en el agua
cantarina que cae.
Descalza.
Danza sobre una ola
junto a la luna.
Titilan infinitas
estrellas doradas.
Frente a frente,
abismo y eternidad,
y el susurro inconfundible
del vuelo de una mariposa...
mao
Cómo saber dónde radica la intangible realidad de lo imaginario... |