Sentada allí, frente al ventanal...
serenos los pájaros,
serena la brisa,
tumultuosa su alma.
Y la música, eterna compañera,
expandiéndose al compás
del palpitar en sus venas,
abriendo cofres de recuerdos,
sanando algunas heridas,
dulcificando sinsabores.
La fiesta de las rondas,
la biblioteca vidriada,
los tacos altos,
el pañuelo bordado,
los macachíes rosa.
El vuelo en sus brazos,
la falda tableada,
ideales intactos,
la vida por delante.
Los años que pasan,
escenarios cambiantes,
la mirada asombrada...
a pesar de todo,
a raíz de todo.
Y el sendero actual,
despoblado de otros pasos,
fantasmas amados
acompañan su marcha.
Frente al ventanal,
un pocillo humeante,
un libro entreabierto,
las luces titilantes.
Y así siguen pasando,
cual diapositivas,
los fragmentos desordenados
de su alma,
acunados por voces
poco a poco olvidadas...
Notas en el piano,
luna plateada,
hojas blancas.
Es noche y te traigo,
frente al ventanal
me miras...
Y todo se esfuma,
en una cometa
de estrellas doradas.***
serenos los pájaros,
serena la brisa,
tumultuosa su alma.
Y la música, eterna compañera,
expandiéndose al compás
del palpitar en sus venas,
abriendo cofres de recuerdos,
sanando algunas heridas,
dulcificando sinsabores.
La fiesta de las rondas,
la biblioteca vidriada,
los tacos altos,
el pañuelo bordado,
los macachíes rosa.
El vuelo en sus brazos,
la falda tableada,
ideales intactos,
la vida por delante.
Los años que pasan,
escenarios cambiantes,
la mirada asombrada...
a pesar de todo,
a raíz de todo.
Y el sendero actual,
despoblado de otros pasos,
fantasmas amados
acompañan su marcha.
Frente al ventanal,
un pocillo humeante,
un libro entreabierto,
las luces titilantes.
Y así siguen pasando,
cual diapositivas,
los fragmentos desordenados
de su alma,
acunados por voces
poco a poco olvidadas...
Notas en el piano,
luna plateada,
hojas blancas.
Es noche y te traigo,
frente al ventanal
me miras...
Y todo se esfuma,
de estrellas doradas.***
¿Y acaso dependía de alguien más lo que ella recordara? |