Un viento huracanado la precedió.
En el alto tinglado las canaletas iniciaron un fortísimo tamborileo.
Goterones aislados caían, sonoramente, sobre las chapas de la galería.
Ellos también lo sabían. Por eso buscaron refugio, pronto, urgente.
Los árboles bailaron una danza desesperada, agitando sus ramas sin decoro.
Un fuerte olor a tierra reseca se levantó en el aire. Hubo un momento previo en el que todo pareció detenerse.
¡Frágil suspenso!
Un ancho listón color tiza se abrió paso entre el nuberío gris.
Luego...la furia del agua.
Abatimiento resignado de todo lo viviente. Intervalo de espera y resistencia.
Las ráfagas de viento marcaron oleajes de gotas unidas.
Arreciaba la lluvia.
Una canción de los '70 en la radio. Comprendí que, asi como llega, todo pasa.
En un círculo perfecto se alinean los instantes de cada existencia.
Aún me sorprende que todo se repita y sea tan diferente cada vez.
Se volvió serena la furia, transformándose en lenta caricia de agua.
Es brisa.
Es suave.
Esconde y muestra sus múltiples caras..."es la vida que me alcanza..."-dice otra canción...y rezan canciones mis labios.
Hay un sitio que encuentro pocas veces.
He cerrado las ventanas.
Afuera han quedado la lluvia y el mundo. Dentro de mi el planeta, infinito.
No lo olvido.
Siento la ráfaga violenta abatiéndose sobre mi, aquella noche.
Y él, azuzando caballos blancos.
Serpientes brillantes electrizaban el aire. Por entonces el miedo nos inundó por dentro y por fuera.
Pero todo pasó...porque todo pasa.
No es estática el agua espejada del aljibe del antiguo patio.
No es la misma el agua que fluye de la vertiente en la barranca.
Soy como ellas...
Un trueno irrumpe en medio de la mañana.
El barrio se recluye. Los loritos verdes han suspendido su incesante cotorreo. Sólo la radio sigue, impávida.
Veo libros, descansando en las repisas. Hay uno, que me hace guiños, desde su laxa posición, junto a mi.
Truenos. Lluvia. Truenos.
¡Es tan acogedor sentirse detenido en el tiempo! como refugiado...Pero todo pasará...porque todo pasa.
Ruge el cielo y se apagan todas las luces. Sólo se escucha la agitada lluvia sobre todo lo demás...lo demás somos nosotros, los otros y las cosas. Aunque la taxatividad es sólo para la escritura.
Poco a poco el ritmo vertiginoso se convierte en suave cadencia.
Tras los cristales resurgen los colores. Lento renacimiento..
Lejos quedó la efervescente tormenta.
Imposible de callar. Hay un gozo profundo de la vida. Le printemps se vuelve caleidoscopio y magia.
Pero pasará....como todo....pasa...***
Texto: M.O
Fotos: M.O
Aclaración: la diferencia de tamaños de las letras no fueron buscados por mi. Cuestiones de Blogger....supongo...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario