Ella baila.
Y mientras, la música
invade sus pies, sus manos,
su cintura.
Danza. Y todo lo olvida.
Sólo recuerdos mágicos
la atraviesan.
Inmune al dolor.
Se desplaza.
El escenario es pista,
es roca, es río...
Y todo lo olvida...
Las manos, los giros,
las palmas, sonidos.
Es muñeca rota,
herida, maltrecha.
Ella baila.
Y todo lo olvida.
Dibuja en el aire
alas de colores,
nubes que viajan,
estrellas fugaces,
margaritas rojas,
besos de terciopelo azul,
trinos matinales,
juegos de niña,
lentejuelas de oro,
soles de noche,
árboles sombríos.
Y llora, llora, llora..
en blanco abanico
despliega su risa.
Y todo lo olvida.
Mientras ella baila,
ya no existe el mundo,
tan sólo la música,
el ritmo, los pasos,
gira, gira, gira....
Que la han visto, dicen,
que no saben cuándo,
que aparece a veces
cuando el cielo es tapiz
azulado, soporte de estrellas,
marco de la luna.
Ella no los ve.
Ella sólo baila.
Ballerinas rosa,
vestido de gasa,
cabellos al viento,
ella sólo baila...
Y todo lo olvida
mientras se desplaza,
como un sueño triste,
cual melancolía,
en el borde mismo
del abismo oscuro
que tanto la atrae,
casi la hipnotiza.
Al amanecer,
sola, la cornisa,
recuerda su paso
de muñeca rota,
de muñeca herida...***
Dicen que la vieron...nadie pudo asegurarlo... |
mao
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