Las cosas que me gustan...

  • Me agradaría saber que pertenezco a una especie que fuera capaz de respetar la vida en todas sus expresiones y convertir al Planeta en un gran hogar para todos...

sábado, 17 de enero de 2015

Alguien dijo que...

Junto al taxi estaba el loco.
¿Era....? Movimientos dislocados
de brazos y piernas. Mirada lejana.
Algo de estar y no estar.
Abrir la puerta al pasajero, con dificultad.
Quedar allí, parado, sin siquiera una sonrisa
o un gracias.
Haces de piernas en las butacas incómodas
de la terminal de ómnibus.
Charlas de ocasión. Celulares. Equipajes.
Gente que fluye en segundos para ser
reemplazada por otra en la espera,
a veces sólo minutos, otras interminables
horas.
                     ...

Tranquila. Con su plumaje azulado.
Picoteando aquí y allá, entre la gente
que pasa, queda, se va.
Cada tanto alguien empuja un ancho
escobillón gastado. Ella vuela.
Sin temor. Casi con desgano.

Una voz anuncia partidas y llegadas.
Motores en marcha, todo el tiempo.

Alejarse. Atrás, la ciudad.
En las ventanillas corren los árboles
inmóviles. Sol que abrasa...o abraza quizá.
Serpentea la ruta con dibujos esperables.

Alambrados. Arboledas.
Viejas casas. Casas nuevas.
Automóviles que corren, cual flechas.
Unos hacia aquí, otros hacia allá.
Camiones que se arquean, sin elegancia.

Vacas pastando, ignorantes de su destino.
Terneritos que brincan, como los niños.
Caballos presos de boyeros y alambres.
Y arriba....bandadas, bandadas, bandadas.

Barrancos y montes. Altos eucaliptus.
Hilos de agua y arroyos torrentosos.
La lluvia y la creciente han creado
lagos de plata.

Cruza y descruza sus manos.
Cuenta historias imaginadas.
Abre y cierra sus ojos.
Enclaustra el tiempo, lo atrapa.

                       ...

Despliega su vuelo un barrilete azul.
Una astilla punzante se ha metido entre sus dedos.
Trepa a los fardos para imitar a los actores del radioteatro.
Sale a jugar al patio.
Ahora alisa su falda.
Ajusta las tiritas finas de sus altas sandalias.

Un poco de rimmel. 
Un toque de rouge.
Hay un abismo descolorido
que pretende arrojarla de si.

Camina en la rambla, junto
a un mar azul.
Danzan las estrellas una melodía tristísima.
También ella danza.

                            ...

Las olas le cantan canciones
sin título.
Ella las escucha.

Y aunque se pregunta, algunas veces,
por qué suceden ciertas cosas, como 
por ejemplo una taza que humea, un
chocolate blanco, una rosa lila
debajo de la lluvia, una huella en la arena,
un llanto apretado, una carcajada...
sólo se pregunta, respuesta no espera.


La noche se viste de negro vestido.
Se pierde en la noche.
La luna la encuentra...***


Al final del camino, el reencuentro Color (Digital) Otras temáticas

caminó, deslizando cada planta, de una en una....hasta no sentirlas...

                                                                                    Textos: M.A.O

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