De par en par abrió los ojos
en la madrugada.
De par en par...como hojas de ventana.
El cielo era demasiado azul,
el avión despegaba, mientras ella,
desesperada,
golpeaba la escotilla.
La lluvia, en los cristales,
dibujaba llantos detenidos.
Los pájaros, ajenos a su delirio,
dialogaban en trinos, superponiéndose.
Levantó su mano, la puso en la mejilla.
Ardía.
Y en aquella fogata se quemaba la infancia,
el moño gigantesco, el sendero verde, el asma,
su muñeca de goma.
Y el avión partió, y ella iba sentada,
amarrada por un cinturón, rodeando su rodilla.
Quiso bajarse y un espejo roto le devolvió
su rostro. Sólo lo había conocido en la fotografías
amarillas.
Demasiado pequeña para saltar al vacío.
Volvió sobre sus pasos.
Se sentó en una nube, blanca, muy blanca.
Reía a carcajadas pescando arañas negras.
Se balanceó despació en el columpio gris.
Cantando canciones la encontró la aurora.
...
Se quedó callada. Enmudeció de prisa.
Se extravió en la fronda verde del mimbre.
...
Nadie volvió a verla...
ni siquiera ella misma.***
Y se desdibujó....y volvió en trazos diferentes. Texto: mao. Fotógrafo: Artaleph |
Muy Hermoso , saludos Ricky
ResponderBorrar¡Gracias Ricardo!!! Saludos para vos!
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