Las cosas que me gustan...

  • Me agradaría saber que pertenezco a una especie que fuera capaz de respetar la vida en todas sus expresiones y convertir al Planeta en un gran hogar para todos...

lunes, 24 de octubre de 2011

Callejuelas...

perdidas, encontradas, somnolientas, perfumadas.
Nada como andar esos espacios de todos y de nadie,
serpenteantes, escurridizas, alcanzables, esquivas.
Adoro caminar por calles desconocidas a mis ojos,
ir a un lugar previsto por sitios imprevistos.
Dar vuelta a una esquina, sorpresa, olores nuevos,
reminiscencias, nada es igual, algo se parece....
Un balcón, una hamaca de dos, una manta olvidada,
les chiens detrás de las rejas, jardines floridos, ventanas cerradas.
Detrás las conversaciones, fragmentos de voces, diálogos deshilados.
Alguna congoja simple y etérea.
Sobre el cordón unas bolsas oscuras de basura.
Autos nuevos. Autos viejos.
Bajar en la parada y el colectivo alejándose.
Girando hacia el sur las veredas limpias, dos chicos charlando,
 las ventanas metálicas de la escuela nueva.
Al norte un baldío, un perro batata cruza, sin apuro.
Un árbol florido de flores rosadas.
Murmullos de barrio. Convulsión momentánea.
Sereno domingo de calles vacías.
La gente en el parque, los cines, los shopping.
Me espera  la lenta mirada que mira,
ojos descansados, vivaces, curiosos, brillantes,
arrasadores de luz, de rincones escondidos, olvidados, invisibles...
Cada centímetro cuadrado una sorpresa, algo por descubrir.
Raúl Russo. Paisaje urbano. Iglesia de San Agustín. l949.

Spilimbergo. Paseos imaginarios.

Jorge Dandolo. En esta tarde gris.

Azar de tierra, canto rodado, cinta plateada de asfalto.
El cielo vestido de gris con plumones blancos.
Promedia la tarde.***
                                                           

                                         Poesía: M.O
                                       Pinturas: Pintores argentinos y   .                  
                                                     latinoamericanos.-
                                     

jueves, 20 de octubre de 2011

Añicos..



Era vida, clamor a gritos, grito callado..
no se qué esperaba, ni tan siquiera si esperaba algo.
Vivía de amplia sonrisa, de cara a lo posible.
Era un barrio sórdido. Tenía algún balcón, algunas flores..
Fue entonces la venganza. Estúpida. Vacía.
Y vacía quedaron tu cama, tu banco.
En un gesto grotesco te quitaron hasta el último sorbo de aire y luz.
Muñeca rota.
Cuello seccionado. Ojos opacos.
Muñeca marioneta. Objeto de la nada.
Ahora sobran las razones.
Sonrisa borrada. Esperanza trizada.
Despojito doliente. Máscara del horror.
Y ya jamás sabrás si era o no posible....
Sobran lágrimas.
Salado. Dulce. Salado.
Un lugar por siempre deshabitado.
Un espacio que le peleará al olvido.
Tú. La nada. El horror. La mueca final.

El desamor.


                                                  Poesía: M.O
                                                  Pinturas: Édouard Manet
                                                                   Claude Monet

sábado, 15 de octubre de 2011

Sintonía.

Ruidos. Estridencias.
Gentes que vienen, que van...
o quizá sólo están allí.
¿Cómo escapar de ese atolladero?
Arriba los edificios, el cableado,
las sombrías columnas.
Cielo grisáceo.
Percepción.
Aparecen ellas, etéreas, obscuras
y luminosas a un tiempo.
Dan un suave giro, otro, muchos más...
acompasadamente despliegan su coreografía perfecta.
Danzarinas de tenues revuelos. Torbellino de luz.
Abajo continúa la espera. Tedio. Bullicio.
Gira el rostro, se eleva. Cielo solo y gris.
Atardeció abrupto el microcentro.
Cerró el firmamento el negro cortinado.
El ballet de golondrinas desapareció en la noche...***


ballet y escenario...

telón y final....


POESÍA: M.O
DIBUJOS: M.O 

El siguiente texto está extractado del libro "MIGRACIONES DE LAS AVES" - CARLOS SELVA ANDRADE - EDITORIAL ALBATROS - EDICIÓN 1976

Para el Reino Animal la vida es movimiento. A tal punto el movimiento caracteriza a la vida y este moverse, en alguna etapa de la misma por lo menos, está tan íntimamente relacionado con la sobrevivencia, que puede decirse que los animales se mueven para buscar alimento o mejores condiciones de vida o, simplemente, como una manera de manifestarse. Empero no todos los movimientos son del mismo tipo(...) Unos son desplazamientos. Otros, traslados e invasiones. Pero no exactamente migraciones.  Las migraciones se caracterizan por ser desplazamientos periódicos que se relacionan con ciertos ciclos de la vida de los animales y que los hacen trasladarse desde los lugares donde se reproducen hacia otros más o menos lejanos donde pasan el receso sexual y al cual dejan en cuanto se manifiesta en ellos la necesidad de reproducirse, para lo cual retornan al lugar de origen. (...) en ningún grupo animal las migraciones están tan extendidas como entre las aves.

El gran misterio.
Desde épocas remotas el hombre se sintió intrigada por la aparición y desaparición de los pájaros en el paisaje. ¿Qué ocurría con la bandada que, hasta el día anterior rebullía entre las ramas o se lanzaba a través de los campos cantando las alegrías de la vida libre a pleno sol?  Los pájaros fueron, en verdad, el primer calendario -un calendario viviente- de nuestros remotos antepasados. ¿Dónde, entonces, irían los pájaros, si iban a alguna parte? ¿Serían capaces de volar días y días sobre montañas, desiertos y ríos? No se los creía capaces de tan portentosas hazañas. No obstante, en las grandes civilizaciones, algunos espíritus intuyeron algo del gran misterio. Aristóteles, no dudó de que las grullas emigraban todos los años hacia alguna lejana región de la que luego retornaban. Pero no contempló con el mismo amplio criterio los movimientos estacionales de las pequeñas avecillas(...)El naturalista Plinio recogió la peregrina idea, popular en la Roma de sus días, de que las golondrinas invernan en las chacras, transformadas en ranas. Fueron necesarios siglos de observaciones pacientes, hubo que crear métodos, acumular cantidades fabulosas de datos, realizar trabajos ímprobos para esclarecer algunos aspectos de las migraciones de los pájaros.  El método hasta ahora en vigencia es relativamente simple y se basa sobre todo en la observación atenta de las aves migratorias.


Interrogantes y respuestas.
¿Por qué emigran las aves? ¿A qué se debe que algunas especies realicen verdaderas hazañas sobrevolando mares, desiertos y montañas y otras permanezcan todo el año en la misma región, aún cuando ésta presente las más rigurosas condiciones? En general se puede decir que las aves migran y han hecho de las migraciones un hábito casi constante, fundamentalmente para disfrutar de mejores condiciones de vida.

La orientación.

¿Cómo encuentran las aves su camino a través de miles de kilómetros, volando algunas a grandes alturas? ¿Qué factor encauza los movimientos del ave en una dirección particular<' ¿Cómo controlan la dirección de sus vuelos hacia remotos destinos que para cada especie suelen ser siempre los mismos? La mayoría de los interrogantes han quedado sin respuesta. Sin embargo hay muchas hipótesis al respecto.

La gran aventura.

Es inolvidable, en los días del otoño, en la campiña argentina, ver a lo lejos las grandes aves de paso que vuelan en grupos disciplinados que baten acompasadamente las alas y con el pico orientado hacia una dirección  inmutable. Días y días se observa este pasar incesante, a lo lejos, de las aves que parecen (o dan la sensación) de que flotaran en la fina atmósfera de los cielos otoñales, tan luminosos en estas latitudes. Quien se ha detenido a observar estos pasajes nunca ya podrá olvidar el grandioso y melancólico espectáculo. Es impresionante en las noches de luna encontrarse en un paraje donde pasan las bandadas que vuelan de noche.  Se observan en el cielo, contra la luna, esos movedizos puntos distantes y se oyen las voces incesantes de los viajeros que se llaman para mantenerse unidos mientras avanzan hacia sus destinos.

Los peligros.

El camino de la gran aventura está sembrado de peligros. Las migraciones posiblemente robustezcan a la especie como tal en base a la reproducción únicamente de los más aptos para salir airosos de esos dos viajes anuales que comienza, para muchas especies, casi al abandonar el ave su nido y en el momento de valerse por sí misma.  (...) Son muchos los obstáculos que acechan a las aves viajeras en sus largos recorridos estacionales. Muchas veces resultan insalvables...sin embargo nada detiene al ave. Cuando llega el momento de la migración se lanzará al espacio como empujada por un impulso irresistible. Muchos de los viajeros quedarán en el camino, quizás se produzcan catástrofes terribles. Pero la especie, como tal, se salva, se rehace y sigue su destino empecinadamente y a pesar de todo.


Tengamos en cuenta el esfuerzo, los peligros, los prodigios que dan un tono heroico a estas aves que pueden vivir, mediante la ventaja que les da el tener alas, en un continuo verano. Y tengámoslo en cuenta para admirarlas y protegerlas. Las aves migratorias que no reconocen las fronteras artificiales trazadas por el hombre ni las que interpone la naturaleza, son patrimonio del universo y todos deben (deberíamos) respetar su azarosa existencia.*

       Pájaros y poesía vuelan juntos, en una danza infinita, a través de todos los tiempos.....  M.O




     
                                                    
melancolía y...
libertad...

miércoles, 12 de octubre de 2011

Tú...

He pensado largamente sobre lo que me has dicho...
no llegué a conclusión alguna.
No todo es explicable.
No todo es entendible.
La mayoría de las ocasiones sólo es.
Y ser es más que suficiente.***
                                                       Textos: M.O
                                                        Foto:    M.O

sábado, 8 de octubre de 2011

Pinceladas...

de rosa, azul, marfil...
alguien tomó un gran pincel y
el cielo se transformó en tela.
Desde aquí, no pudiendo hacer otra cosa,
admiro el color que se esfuma
color ....
estallido..

luz.
como si infinitas acuarelas estuviesen allí.*
                                                           





                        Texto:  M.O
                         Fotos: M.O

lunes, 3 de octubre de 2011

Cotidianeidades.

La cucharita de alpaca,
arrumbada en el costado de un cajón.
La miré.
Indiferente, cubierta de 
extrañas manchas negruzcas,
permaneció allí, impávida.

Alargué dos de mis dedos.
La toqué.
No diré con precisión,
si estaba fría como el metal o
tibia, comme le thé.
La saqué.
Con un trocito de virulana gris
froté su semblante, serio y compungido.
Siguió ignorándome.

Reverso, anverso,
el mango, la cuenca completa...
un largo rato.

La levanté, frente a mi.
Nada de manchas.
Rien de brume.
Un diminuto espejuelo dorado,
juste ma face.
Sonreí. Sonrió.
En comunión.
Resplendissant!
Giró, giró, danzando toujours
en la taza de té.*






Texto: M.O
Fotos: M.O

domingo, 2 de octubre de 2011

Destino...

reinicio.
nostalgia..


I. LA LÁMPARA EN LA TIERRA.
recuerdos...
resistencia..

* Vegetaciones.


                            A las tierras sin nombres y 
  sin números
  bajaba el viento desde otros dominios,
  traía la lluvia hilos celestes,
  y el dios de los altares impregnados
  devolvía las flores y las vidas.



  En la fertilidad crecía el tiempo.
  
             El jacarandá elevaba espuma
             hecha de resplandores transmarinos,
la araucaria de lanzas erizadas
era la magnitud contra la nieve,
el primordial árbol caoba 
desde su copa destilaba sangre,
y al Sur de los alerces,
el árbol  trueno, el árbol rojo,
el árbol de la espina, el árbol madre,
el ceibo bermellón, el árbol caucho,
eran volumen terrenal, sonido,
eran territoriales existencias.
Un nuevo aroma propagado
llenaba, por los intersticios
de la tierra, las respiraciones 
convertidas en humo y fragancia:
el tabaco silvestre alzaba
su rosal de aire imaginario.
Como una lanza terminada en fuego
apareció el maíz, y su estatura
se desgranó y nació de nuevo,
diseminó su harina, tuvo
muertos bajo sus raíces,
y, luego, en su cuna, miró 
crecer los dioses vegetales.
Arruga y extensión diseminaba
la semilla del viento
sobre las plumas de la cordillera,
espesa luz de germen y pezones,
aurora ciega amamantada
por los ungüentos terrenales
de la implacable latitud lluviosa,
de las cerradas noches manantiales,
de las cisternas matutinas.
Y aún en las llanuras
como láminas de planeta,
bajo un fresco pueblo de estrellas,
rey de la hierba, el ombú detenía
el aire libre, el vuelo rumoroso
y montaba la pampa sujetándola
con su ramal de riendas y raíces.


América arboleda,
zarza salvaje entre los mares,
de polo a polo balanceabas,
tesoro verde, tu espesura.
Germinaba la noche
en ciudades de cáscaras sagradas, en sonoras maderas
extensas hojas que cubrían
la piedra germina, los nacimientos.
Útero verde, americana
sabana seminal, bodega espesa,
una rama nació, como una isla,
una hoja fue forma de la espada,
un flor fue relámpago y medusa,
un racimo redondeó su resumen,
una raíz descendió a las tinieblas.





                                        PABLO NERUDA, CANTO GENERAL I 
                              EDITORIAL LOSADA S.A.    EDIC. 1982







plenitud..


convivencia..


extrañezas.

Comparto estos versos de uno de mis poetas predilectos y les dejo algunas de mis fotografías.
                                                         
                                                          M.O