Un cuenco, un cuenco trizado,
estallido.
Y érase el camino como un laberinto,
intrincado, peligroso, oscuro.
Un paso, otro, y quizá el abismo.
¿Cómo discernir lo justo?
¿Lo correcto...?
¿Existe acaso..?
Un viento huracanado que todo lo arrasa.
Así era. Así fue...
Cansancio.
Profundo, renovado, insistente.
¿Dónde...hacia dónde?
Una dirección y dos sentidos.
Así aprendimos.
Pero no es así.
Infinitos sentidos abarcan
el horizonte.
...
Preguntó otra vez.
Por undécima vez.
Otra vez respondió.
La onceava respuesta.
Y siguió hablando,
apenas coherente,
hilando con dificultad,
atrás estaba todo muy claro.
El pasado aparecía nítido,
los personajes vívidos,
felices, unidos, jóvenes.
...
Y llegó el día siguiente.
Y el otro. Y otro más.
Y cada vez volvió a preguntar,
sólo porque había olvidado.
Y esta vez, el olvido era irreversible.
...
Se aferró con ahínco
a las cosas, los objetos,
los portarretratos de rostros sonrientes,
los hábitos adquiridos,
la rutina sin riesgos,
las mismas veredas,
lo reiterado, lo conocido,
lo aparentemente inamovible.
Pero todo es tumultuoso,
aún cuando parezca sereno.
La laguna clara, encierra voces queridas.
Los viejos eucaliptus, abrigan nidos vacíos.
...
Una casa con historia
se sostiene en el tiempo.
Naranjos. Mandarinos.
Las ausencias.
...
Ella olvidó quién fue.
La que fue, no pudo olvidarla.
Y permaneció por siempre...
al ras de su propia historia.
...
Un espejo.
Una cajita de música.
Una alianza.
Y se confundió su rostro
con la limpia y clara sonrisa
de aquella fotografía.***
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Y hubo un tiempo....y entonces fue afortunada....
Texto: M.A.O Fotografía: NIBALDO GUERRA FIGUEROA - CHILE. Título de la obra: "Naturalmente." |