Se detuvo allí,
justo bordeando la palabra.
No pudo decir.
Sólo sentía...
Se hundió en la vorágine
huracanada del discurso.
Desorden.
Confusión.
Duda.
Desesperó.
Quiso atrapar letras
como mariposas en el aire.
Desfalleció.
Dejó de existir.
Dicen que la razón
fue lo no dicho.***
Texto: M.A.O
"Corset". ELDA ARANGUENA. España. |
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