Las cosas que me gustan...

  • Me agradaría saber que pertenezco a una especie que fuera capaz de respetar la vida en todas sus expresiones y convertir al Planeta en un gran hogar para todos...

miércoles, 1 de junio de 2016

Difusa trama...


De blanca palidez
se vistió su cara.
En tanto, los jazmines
habitaban sus manos...
tan frías, tan lejanas.

Fresco aire de azahares
se esparció en la brisa,
receloso de altares,
habitante de estíos,
sultán de amaneceres,
nido de colibríes.

Casas de mariposas.
Mariposas cazadas.
Hadas de medianoche.
Violetas de invierno.
Guantes de cabritilla.
Collar de perlas.
Persianas verdes, alargadas.

Trino del cardenal
cortando la noche,
anunciando el alba.
Pasos y voces.
Silencios largos.
Aullido de perros,
lastimeros, tristes.
Todo en derredor
detenido en la escarcha.
Era una madrugada,
una...entre tantas.

Humeante, el café
la despertó sin prisas.
¿Prisa para qué?
¿Por qué? ¿Cuándo?
Suelen ser metálicas
las preguntas sin respuesta.

Arriba y afuera,
la noche vestía 
su mantón de estrellas.
Estrellas titilantes,
doradas, fugaces,
estrellas como notas
de una canción olvidada;
inalcanzables,
almacenando sueños,
acompañantes mágicas
sin pócimas, sin conjuros.

Allá, muy por detrás
de las palmeras esbeltas,
se arremolinan vientos
pasados y remotos.
Navegan en sus alas
peticiones extrañas,
deseos inconfesables,
palabras desenhebradas.

Embudos de recuerdos
anudan risas,
destilan lágrimas.

Ella escucha sus pasos,
ella...y sólo ella.

Ella canta canciones,
enreda notas,
 pisa descalza.

 Ovilla sus penas,
aletarga horas,
deshoja miradas.***
                                                                 mao.



...hubo un tiempo...







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