Como es de sola la muerte
por dios, como es de sola...
Aunque sabía que estaba
hice lo imposible por ignorarla,
le di vuelta el rostro,
tapé mis oídos,
no quería verla.
Pero... qué más da...
es que acaso a ella
le importaría que yo no la escuchara?
¡qué ironía dios, que ironía!
Asiendo con fuerza
últimos alientos,
soplidos de muerte,
silencio y ausencia.
Es curioso, se acerca despacio,
sigilosa, segura de sí,
no interpela, no dice nada,
y en el preciso instante
te toca, certera,
extiende su mano, de dedos tan finos,
te envuelve en su manto,
sabe de tu frío,
te cubre, piadosa,
y te vas, por siempre,
dejando sólo rictus
y máscaras,
voces que se callan,
sonrisas heladas,
disfraz del sí mismo,
alma desolada,
ángeles eternos,
recuerdos difusos,
calidez exhausta.
Es ese momento
tan propio, tan único,
el que jamás podrá
repetirse,
se detendrá en el tiempo,
en esa hora exacta,
en la marca precisa,
la postura inesperada.
Y no habrá compostura,
se tildará su trazo,
la lluvia, penitente,
llorará tus lágrimas,
enjuagará las mías,
mezclará tardes y mañanas.
Y volverás, eterno,
con tu expresión tristona
de domingos por la tarde,
con tus mejores rasgos,
tus alegres instantes,
tu demanda tozuda,
tu simpleza en los ojos,
tu mirada lejana.
Y así te llevaré,
hasta mi hora exacta,
el instante preciso,
la hora señalada...***
mao
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Y te recordaré. Y entonces no habrás muerto... |
uhhhhhhhh .. entiendo cada palabra que escribiste .. que expresate ... te fui viviendo a la distancia, lo que te estaba pasando ... ABRAZOS
ResponderBorrarAmigo querido, gracias por estar, siempre. Te quiero mucho, abrazo enorme!!!!
ResponderBorrarPreciosas tus palabras, tus fotos..Abrazo grande...!
ResponderBorrarQuerida Anita: ¡muchísimas gracias! Aprecio mucho tu paso por aquí. ¡Abrazo grande, a la recíproca!!!
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