Cadena, otra..derecho,revés.
Sobre la hornalla la pava dibuja vapores impacientes.
Y los pensamientos...
El azul se despliega en las grietas de un sueño protector.
La radio desanda filigranas matutinas.
Algo se mueve en la brisa, más allá de los cristales.
En diferentes sitios palpitan la vida y
la expectante sensación de lo posible.
Allí, bajo la tierra bullente, el silencio se estira,
va por pasillos obscuros, anuda imágenes de lo que fue,
se ahoga en sí mismo.
Y la quietud de la forma, otrora conocida,
se prolonga en el latido de la transformación de la materia.
No está.
La pienso en espacios siderales, carreras presurosas, aullidos lobunos.
Entonces, sólo entonces, disminuye la ansiedad de la espera.
Completamente vana.
Eternamente inútil.
M.O